La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado a tres años de prisión a un vecino de Ataun por abusar sexualmente de su hija de doce años en el domicilio familiar, aprovechando que la madre de la niña y esposa del procesado se ausentaba de la casa durante las noches por motivos laborales.
En su calificación provisional de los hechos, el ministerio público reclamó 35 años de cárcel para el acusado, aunque durante el juicio elevó su petición a 634 años de prisión, al considerar delitos individuales cada una de las 210 ocasiones en las que, a su entender, el hombre había abusado de su hija. No obstante, el tribunal califica los hechos como un único delito continuado de abusos sexuales y condena al acusado a tres años de cárcel con la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima y sus hermanos por ningún medio.
El tribunal prohíbe también al acusado, que deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros, acercarse a menos de 200 metros del domicilio familiar durante cinco años a partir del cumplimiento de la pena de cárcel. El texto de la Sección Segunda de la Audiencia guipuzcoana indica que los hechos ocurrieron, en diferentes ocasiones y en fechas no acreditadas pero anteriores al 1 de marzo de 2002, en la habitación en la que dormía la niña junto a un hermano y una hermana menores. En estas oportunidades el procesado sometía a la niña a diversos tocamientos y le advertía de que si lo contaba "algo le iba a pasar a ella y a su madre". La sentencia no considera acreditado que el padre intentara penetrar a la menor, como argumentó la fiscal en el juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de septiembre de 2004