El río Llobregat desemboca desde ayer 2,5 kilómetros más al sur. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, acompañado de los consejeros Salvador Milà y Joaquim Nadal y de los alcaldes de Barcelona y El Prat de Llobregat, Joan Clos y Lluís Tejedor, respectivamente, asistió a la apertura del último tramo del cauce, de 3,5 kilómetros de longitud.
La obra evitará inundaciones en los municipios de la parte baja del Llobregat, y debe permitir la expansión del puerto de Barcelona con la ampliación de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de septiembre de 2004