Un nuevo crimen conmocionó ayer a Xàbia cuando todavía recuerda la tortura y asesinato de un empresario alemán el pasado fin de semana en un chalé. Un menor de 14 años falleció minutos después de las cinco de la tarde al recibir dos cuchilladas de su abuelastro paterno, quien luego murió al colgarse en el interior de la vivienda, según fuentes cercanas a la investigación policial.
El suceso se produjo en una vivienda del número 36 de la calle Ramón Llidó de Xàbia.
La víctima estaba hablando con unos amigos desde el balcón de casa, cuando entró su abuelastro. Ambos discutieron y el agresor, de nacionalidad holandesa, infringió al niño dos heridas con un cuchillo de cocina, una de las cuales fue mortal, según las mismas fuentes. No obstante, el niño logró salir al balcón y solicitar ayuda. Después se desplomó quedando su cuerpo sin vida en la propia balconada.
Tras cometer supuestamente el crimen, el abuelastro se ahorcó. Vecinos de la víctima afirman que no era la primera vez que se escuchaban altercados en la vivienda. Propietarios de inmuebles próximos aseguraron que la familia había tenido discusiones "relacionadas al parecer con problemas económicos" y la supuesta "adicción al juego por parte de los padres del menor". En el momento del suceso tanto el padre, de nacionalidad holandesa, como la madre del menor, de origen asiático, se encontraban en un bar próximo "jugando con una máquina tragaperras". Nada más conocer el hecho, la madre del niño intentó entrar en la vivienda, pero la Policía Local lo evitó, ya que presentaba un cuadro nervioso y precisó asistencia médica.
El juez de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres y su traslado al tanatorio de Dénia, donde está previsto que hoy se practique la autopsia a ambos cuerpos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de septiembre de 2004