Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Editorial:

El año de los 40 dólares

En los últimos años, el papel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como controladora del mercado mundial de crudo ha sufrido considerable merma. En la escalada reciente de los precios -el petróleo se ha encarecido en unos 13 dólares por barril en lo que va de año- sus mensajes han surtido poco efecto, dado que el encarecimiento era producto sobre todo de una explosión de la demanda y del caos geopolítico perpetrado en Irak por la intervención estadounidense. Por tanto, la decisión adoptada ayer, más simbólica que efectiva, de mantener la producción y aumentar las cuotas en un millón de barriles diarios no variará sustancialmente los precios; de hecho, ayer el crudo volvió a subir hasta casi los 42 dólares después de conocer el ejercicio de inmovilismo del cartel.

Mantener de hecho la producción envía un mensaje pesimista a las economías occidentales. Equivale a dar por sentado que el precio se mantendrá este año en torno a los 40 dólares y que la OPEP carece de capacidad para inyectar en el mercado una cantidad suficiente de petróleo para moderar los precios. Para España eso significa más inflación y menos crecimiento, probablemente en mayor medida que para otros países europeos, dada su baja eficiencia energética y su elevada dependencia del petróleo. Las previsiones del Gobierno de crecimiento del PIB para el año próximo (3%) están en entredicho; es probable que el desorden geoestratégico organizado por Bush le cueste a la economía española varias décimas de crecimiento el año próximo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de septiembre de 2004