Los motivos que ha dado el presidente del puerto de Valencia para dimitir alcanzan de lleno a la persona que le va a suceder. Qué sentido tiene que se abandone el cargo por el reconocimiento de unas responsabilidades si la persona que le va a sustituir tiene exactamente las mismas responsabilidades que él. ¿No hay ninguna pregunta para el nuevo presidente?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de septiembre de 2004