El Gobierno central ha comenzado a remitir los acuerdos indemnizatorios a los pescadores de las cofradías vascas perjudicadas por el vertido del petrolero Prestige. La previsión del Ejecutivo es que los afectados reciban los acuerdos a lo largo de las dos próximas semanas. Para el abono de las indemnizaciones se destinarán más de diez millones de euros, de los que 4,4 millones irán a la provincia de Vizcaya y otros 6,2 los recibirán los arrantzales de Guipúzcoa.
El cobro de las indemnizaciones se producirá a medida que se vayan cerrando los acuerdos entre los pescadores y el Ejecutivo central. Las ayudas varían dependiendo de los días de inactividad que hayan sufrido los arrantzales y que previamente han sido certificados por el Departamento de Pesca del Gobierno vasco.
Además de las indemnizaciones a nivel personal, la Administración estatal tiene aún pendiente otro tipo de compensación. Se trata de la indemnización a las instituciones vascas por los gastos que les originó la lucha contra la marea negra. El Gobierno vasco ha cifrado en 60 millones de euros el dinero gastado en combatir la contaminación en tierra y mar.
La entrevista que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, mantuvo con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 22 de julio en el Palacio de la Moncloa allanó el camino para cobrar ese dinero. Zapatero se comprometió, según el Gobierno vasco, a desembolsar el dinero. "Estamos a la espera de recibir noticias", señaló ayer un portavoz del Ejecutivo autónomo.
La negociación con el Estado sobre el volumen del gasto no ha dado hasta el momento ningún problema. La Administración central ha aceptado en todo momento la cantidad demandada desde Euskadi y las justificaciones aportadas por el Gobierno de Vitoria. Sin embargo, el dinero sigue sin llegar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de septiembre de 2004