Se reinicia el curso. Los niños vuelven a la escuela y, en la Comunidad de Madrid, muchos ¡lo hacen en inglés! Albricias, por fin llegó el progreso a España, podremos dejar de ir con la cabeza gacha.
Me consta que cada vez nuestros escolares hablan y escriben peor; las faltas de ortografía abundan, los errores gramaticales son gravísimos. ¿Cuál es la solución que encontraron algunos iluminados? Evitar que estudien en su lengua. Y no es que esté en contra de la enseñanza de idiomas extranjeros. Pero de ahí a que se enseñe historia de España, química o ciencias en inglés va un grandísimo trecho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de septiembre de 2004