A la vuelta de su visita a los Juegos Olímpicos de Atenas, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, manifestó que parte de los trabajos de la candidatura de Madrid a los Juegos del año 2012 serían convertir a la capital en la ciudad del deporte, insistiendo que se potenciaría tanto el deporte profesional y el federado como el deporte popular. Sin embargo, y en contraposición con esta directriz, el polideportivo municipal de La Elipa ha implantado una serie de transformaciones, de cara a la temporada 2004-2005, que claramente dificultan la práctica deportiva, pero eso sí, aumentarán la recaudación económica de la instalación.
De esta forma se ha duplicado el precio de las actividades infantiles, aumento muy superior al coste de la vida. Igualmente se ha aumentado el número de alumnos por clase de tenis, de 8 a 12 alumnos por cada dos pistas. Así se aumenta un 50% la recaudación, sin importar que, como consecuencia, se imposibilita el normal desarrollo de una clase, dado que como es obvio en una cancha de tenis caben simultáneamente cuatro personas, pero no seis.
Como madrileño de adopción me agrada que Madrid aspire a la organización de unos Juegos Olímpicos, pero me resulta muy triste que al amparo de esta candidatura se hagan grandes y nobles propósitos, mientras que los hechos reales, los que de verdad nos afectan a los ciudadanos, sean justo los contrarios a lo manifestado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de septiembre de 2004