Navarra vivió ayer el tercer movimiento sísmico de la semana, un temblor de tierra de 4,5 grados de intensidad, con epicentro en la localidad de Lintzoain, a 30 kilómetros al este de Pamplona. El fuerte temblor despertó el miedo en cientos de ciudadanos de la capital y su comarca, que padecieron durante diez interminables segundos el fuerte movimiento de sus viviendas.
El primer temblor de tierra se produjo a las 21.00 del pasado jueves. Su epicentro se localizó en la comarca de Pamplona y registró una intensidad de 3,3 grados en la escala Richter. Después, a las cinco de la mañana del viernes, la localidad de Nagore fue el epicentro de un segundo movimiento sísmico, con una intensidad de 3 grados, sin daños de consideración en ningún caso.
El temblor registrado ayer, el tercero de la semana, se produjo a las 14.52 y se dejó sentir en toda Navarra, desde Aoiz a Estella, además de en áreas de Guipúzcoa, Aragón y La Rioja.
Fuentes de SOS Navarra indicaron que se habían recibido avisos por grietas en viviendas de Lintzoain, Urroz y Ekai, a unos 15 kilómetros al sur del epicentro. Una tubería de aguas sufrió daños en Beriáin, junto a Pamplona. Equipos de bomberos y Policía Foral inspeccionaron las viviendas y comprobaron que las grietas no afectaban a la estructura de las casas.En Pamplona, el temblor provocó el miedo de cientos de residentes en los pisos más altos. Se registraron caídas de objetos al suelo. Los servicios de protección confirmaron que no se produjo daño alguno a personas o bienes. En Aoiz, donde el movimiento sísmico fue intenso, sus efectos fueron similares y generaron inquietud en los vecinos. SOS Navarra recibió además llamadas de vecinos de poblaciones como Legarda, Narbarte, Beriáin, Zolina, Otano, Zunzarren o Gorraiz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de septiembre de 2004