Siempre es emocionante y conmovedor ver los resultados del trabajo de Maite León, después de tantos años de desvelo y tesón, con su compañía de discapacitados. La corriente profesional de este tipo de trabajo que supera con mucho lo simplemente terapéutico para entrar en lo artístico tiene más de treinta años, y siempre recalco el papel fundacional que ha tenido en ello la británica Celeste Dandeker y sus continuadores. Maite León va por otra vía expresiva y conceptual donde la integración, el grupo y la iniciación rítmica marcan las pautas de las obras. Y probablemente sea en este terreno donde el trabajo de León encuentre sus logros más visibles, y no en lo estrictamente coréutico, que aquí se resuelve con dignidad, creando imágenes, geometrías y cuadros corales de fácil asimilación.
Powaqqatsi y La Gioconda
Coreografías: Maite León y Gabriela Martín; músicas: Phillip Glass, Amilcare Ponchielli, Kristof Penderecki y otros; luces: Agnette Tellefsen; dirección musical: Jacobo Calderón; vestuario: G. Martín; maquillajes: Concepción Canfranc. La Casa Encendida, Madrid. 18 de septiembre.
La primera parte discurre en escenas independientes más o menos breves donde se habla del amor, el desamor, los encuentros que se vuelven choques y de cómo los recuerdos son, para todos, una fuente de vida, o de sueño que también es vida, parafraseando libremente a Calderón.
La segunda parte, más ambiciosa, se basa en una ambientación de época y recrea escenas de la conocida ópera de Ponchielli, y donde la participación de los más pequeños es francamente deliciosa. Y hace pensar, justifica que pensemos en esos eslóganes que a veces nos parecen trillados de un mundo sin barreras tanto físicas como morales y de comportamiento ante las minusvalías, nos lleva a una ternura esencial no comparativa, necesaria, de participación y de reconocimiento.
Por otra parte, trae a colación aquello tan antiguo y tan hermoso de que "la danza salva", que es algo más que una ayuda: se trata de una respiración amiga que viene de un arte verdadero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de septiembre de 2004