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El Pelusa vuelve vigilado a La Habana

BUENOS AIRES

Diego Maradona viajó ayer a Cuba para continuar el tratamiento contra su adicción a las drogas en un centro de salud de La Habana, en el que permanecerá ingresado un mes y medio. Acompañan a El Pelusa dos de sus hermanas mayores, su médico personal, Alfredo Cahe, y su abogado, Héctor Leguizamón, quienes supervisarán el tratamiento. Maradona, que llegó al aeropuerto internacional de Buenos Aires en un helicóptero, quedó formalmente autorizado el último miércoles para viajar a Cuba y continuar su tratamiento en el Centro de Salud Mental (CENSAM), situado a 15 kilómetros de La Habana, donde permanecerá bajo un régimen de "comunidad terapéutica cerrada".

El viaje a Cuba se concreta después de un intenso trabajo de sus abogados y de su médico personal, quienes ganaron el pulso a la familia de Maradona, que pretendía que el ex futbolista continuara su tratamiento en Argentina. Maradona estaba ingresado en una clínica psiquiátrica de las afueras de Buenos Aires desde mayo pasado, después de haber sufrido una crisis cardiaca y respiratoria que lo tuvo al borde de la muerte en un sanatorio de la capital argentina. Desde entonces, un juez ejerció la tutoría de Maradona, al considerar que el ex internacional argentino no estaba en condiciones para tomar sus propias decisiones, y medió en la controversia entre la familia y el médico personal del ex futbolista. Tras autorizar el viaje a Cuba, el juez Norberto García Vedia indicó que pediría a un magistrado cubano con jurisdicción sobre el centro de salud mental que controlara la continuación del tratamiento de Maradona.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de septiembre de 2004