Quiero poner en conocimiento público algo que es evidente desde hace muchos años, yo diría que desde que lo inauguraron, como en los tiempos franquistas; y se refiere al ascensor de acceso a los andenes de la estación de cercanías de Pitis, el cual no funciona nunca ni tampoco se le nota a la compañía ferroviaria intención de hacerlo funcionar.
Para tener acceso a estos andenes hay que subir una empinada escalera, de más de 20 escalones, sin otra alternativa, al no funcionar el ascensor. Por consiguiente, esta estación está vetada a cualquier persona minusválida o con alguna deficiencia locomotora que le impida subir escalones; y si lo intenta, corre el riesgo de caerse por las mismas, como ya me ha pasado a mí.
Lo que me sorprende es que nadie se queje, nadie proteste porque a la compañía no le da la gana de poner en uso el ascensor. Y no hay disculpa posible por su parte, puesto que para eso están los guardias de seguridad, para evitar el uso indebido de dicho aparato.
Por todo lo expuesto, ruego a quien corresponda que ponga la voluntad y los medios necesarios para que esta estación deje de estar discriminada por las razones que sean y se convierta en una estación del siglo XXI, con el acceso fácil para todo el mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de septiembre de 2004