El Departamento de Gobernación y Administraciones Públicas de la Generalitat ofreció ayer ayudas técnicas y económicas a los municipios afectados por el terremoto del Ripollès del pasado martes. Chimeneas descabezadas y paredes agrietadas son algunos de los desperfectos más comunes sufridos en las viviendas de Queralbs (Ripollès), el municipio de 200 habitantes en el que se situó el epicentro del seísmo.
El Ayuntamiento de esta localidad fue el que peor resistió el temblor. El reloj centenario de su fachada sufrió desperfectos importantes, principalmente en sus ornamentos. La secretaria municipal, Dolors Ruiz, reconoció ayer que al escuchar como se caían los objetos a causa del temblor llegó a esconderse bajo la mesa.
La inspección del arquitecto municipal constató ayer que no se han detectado daños estructurales. El consistorio emitió un bando en el que se apremia a los vecinos a rellenar unas fichas de desperfectos que se remitirán a la Generalitat. Será difícil establecer de momento una cifra global de daños a causa del elevado número de segundas residencias en Queralbs. Un vecino afirmó que "más de uno tendrá una sorpresa cuando abra su casa". Otros municipios, como Ribes de Freser o Ripoll, sufrieron pequeños daños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de septiembre de 2004