El Ayuntamiento de Granada cerrará todo el centro histórico de la ciudad al tráfico privado a partir de noviembre. Sólo podrán pasar los vecinos con tarjeta de residente, los vehículos de carga y descarga, y el transporte público. Una pilona hidráulica impedirá la entrada por la calle San Matías, uno de los dos únicos accesos abiertos hasta ahora. En el segundo, la calle Recogidas, una cámara fotografiará las matrículas de todos los vehículos que carezcan de permiso, según publicó ayer Ideal y confirmó el municipio.
Hace dos semanas se activó la pilona de la calle de las Tablas, que permanece subida durante el horario comercial e impide el paso de los vehículos desde el Camino de Ronda y el suroeste de la ciudad. Otras dos instaladas hace años, limitan el acceso al barrio del Albaicín desde Plaza Nueva y la calle Elvira y una tercera en Pavaneras (en desuso) tendría que impedir la salida de los coches desde el Realejo hasta el centro de la ciudad.
Hasta ahora los coches se colaban en el centro histórico subiendo por la calle Recogidas hasta Puerta Real. Allí tomaban Ángel Ganivet para girar a la izquierda en San Matías hasta Pavaneras y se plantaban en plena plaza de Isabel la Católica o en la Gran Vía. La remodelación de Pavaneras, actualmente en ejecución, culminará el próximo noviembre con la colocación de una nueva pilona en su cruce con San Matías, lo que impedirá la maniobra.
La llegada a Puerta Real se dificultará además prohibiendo el paso a no residentes por Recogidas, una medida que se reforzará con la colocación de una cámara de vídeo que identificará a todos los vehículos no autorizados que traten de subir hasta esa plaza desde el Camino de Ronda. Sólo se podrá llegar hasta ella desde el sur, por la Acera del Casino.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de septiembre de 2004