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VIOLENCIA EN IRAK

Washington liberará a un preso detenido en Afganistán

Estados Unidos va a liberar a Yaser Esam Hamdi, el detenido de nacionalidad estadounidense que se convirtió en símbolo del limbo judicial en el que están cientos de capturados en la guerra de Afganistán. Hamdi llevaba dos años en una cárcel militar sin ser encausado, pero un fallo del Tribunal Supremo reconociendo su derecho a apelar ha obligado a Washington a dar marcha atrás, poniendo de manifiesto la debilidad de los alegatos en su contra.

El Departamento de Justicia ha mantenido a Hamdi durante más de dos años en celdas de confinamiento solitario calificándolo de "combatiente enemigo muy peligroso". Primero lo recluyeron en el penal de Guantánamo y después lo trasladaron a una cárcel militar de Carolina del Sur al constatar que tenía nacionalidad norteamericana (Guantánamo es sólo para extranjeros).

Hamdi nació hace 24 años en el Estado de Luisiana, donde su padre trabajaba para una empresa petrolera. La familia regresó al poco tiempo a su país, Arabia Saudí, y allí ha vivido Hamdi hasta que se fue a Afganistán, donde lo capturaron a fines de 2001 peleando en el bando de los talibanes. La próxima semana volverá a Arabia Saudí.

Renuncia a la ciudadanía

Su liberación es producto de semanas de negociaciones con su abogado y con el Gobierno saudí, en las que Hamdi se ha comprometido a renunciar a la nacionalidad estadounidense, a informar de actividades terroristas y ha aceptado una lista de restricciones de viaje. Durante un tiempo no podrá salir al extranjero y cuando pueda hacerlo tiene prohibida la entrada a Estados Unidos, Afganistán, Irak, Israel y los territorios palestinos, Pakistán y Siria.

EE UU no podrá vigilar el cumplimiento del acuerdo, dependerá del Gobierno saudí, pero se reserva de forma implícita la potestad de volver a detenerlo si viola las condiciones. De llegar el caso, Hamdi tendría menos garantías procesales al haber renunciado a la nacionalidad estadounidense, porque aunque el fallo del Tribunal Supremo es aplicable en teoría a "todos" los detenidos en la guerra contra el terrorismo, también deja la puerta abierta para que el Gobierno detenga indefinidamente a quienes considere peligrosos para la seguridad nacional.

Su liberación allana el camino para el único detenido de nacionalidad estadounidense, José Padilla, sospechoso de tramar un atentado con bomba radiológica, pero contra el que nunca han formulado cargos. Además de Hamdi, EE UU ha liberado a 135 prisioneros de Guantánamo y ha entregado a 56 a otros Gobiernos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de septiembre de 2004