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52º FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

Viviane Reding, distinguida por su compromiso

La comisaria europea Viviane Reding (Luxemburgo, 1951) recibió ayer en San Sebastián el Primer Premio Personalidad Europea del Año por su trabajo por impulsar el cine dentro de la UE. "Nuestra lucha es a favor de la diversidad cultural", señaló Reding. "La excepción cultural es una palabra muerta que ya no utilizamos", añadió. Pese a que algunos cineastas se resisten al cambio en la terminología, Reding la defiende con firmeza: "La diversidad responde a una realidad que vivimos, aunque para preservar esa diversidad hay que tomar medidas de protección, pero la protección no es lo principal, lo principal es la diversidad".

"Debemos más que nunca preservar nuestro patrimonio. Queremos que las ayudas a los cineastas crezcan, que se cree, por ejemplo, una comunicación directa entre las escuelas de cine de toda Europa". Reding ha propuesto a los 25 miembros de la UE pasar de una inversión en cultura y educación del 0,9% de los fondos europeos a cerca del 2%. Así, el programa de educación, cultura, juventud y medios audiovisuales contará con 15.900 millones de euros entre 2007 y 2013.

"Cada Gobierno europeo tiene la responsabilidad de ayudar a su cine nacional. Por eso la Unión Europea ha hecho una excepción con las ayudas de Estado a las películas, porque creemos que las películas son un elemento clave de nuestra diversidad cultural. El cine debe ser apoyado por los Gobiernos y por eso no puedo más que alegrarme con los Gobiernos que se lanzan a apoyar el cine con convicción".

Ayudas

"España", añade Reding, "es, después de Alemania, el país europeo que más ayudas recibe de la UE para películas en fase de desarrollo y también para la distribución. Si en 2001 nos pidieron ayudas 31 películas españolas, en 2004 han sido 68. Un aumento considerable".

Para la comisaria, Francia sigue siendo el país referencial. "Pero existen otros: Dinamarca, un país cuyo Gobierno apoya el cine y con resultados evidentes. Una política activa ayuda al cine y por tanto a la industria cultural".

"Cuando veo las cifras globales del cine europeo soy muy pesimista. Pero cuando veo el esfuerzo y la voluntad política y el talento de nuestros cineastas soy muy optimista".

Para la comisaria europea, "el desastre" está en los nuevos países miembros ("la catástrofe es absoluta") en los que se ha barrido literalmente el cine nacional y en los que el cine de Hollywood es, si lo hay, la única alternativa. De entrada, explica Reding, se están abriendo salas de cine para tener pantallas. Un primer paso que ha supuesto que en 30 ciudades se hayan abierto en los últimos meses 75 pantallas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de septiembre de 2004