El posible ingreso de Turquía en la UE causó ayer fuertes reacciones, y división entre los socios del club. El Partido Popular Europeo, el más numeroso dentro del Parlamento Europeo, anunció que considera que aún es "demasiado pronto" para iniciar las negociaciones de adhesión. El día anterior, la Comisión declaró que Turquía ha superado el último obstáculo para iniciar esas negociaciones, tras comprometerse a aprobar en su Parlamento la reforma del Código Penal. El asunto ha causado división en Francia, donde el presidente, Jacques Chirac, apoya a Turquía, frente a su propio partido, que es reticente. En Alemania, la oposición democristiana quiere que se negocie una "relación privilegiada" con Turquía.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de septiembre de 2004