De 19,3 a 40,2 millones de habitantes en cien años. A lo largo del siglo XX, España ha sufrido fuertes cambios. La población se ha duplicado gracias al aumento de la natalidad (que comenzó a disminuir desde mediados de los años setenta para lograr un leve repunte a finales de los noventa) y de la longevidad. Al iniciarse el siglo XXI, el envejecimiento se ha convertido en una de las grandes cuestiones de población en un país que ha pasado de ser de emigración a recibir inmigrantes. Son algunos de los aspectos que se recogen en el Informe sobre la situación demográfica en España 2004, presentado ayer y editado por la Fundación Fernando Abril Martorell.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de septiembre de 2004