El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, celebró ayer su 68 cumpleaños con el nacimiento de un nuevo nieto que llevará su mismo nombre. El nuevo Silvio Berlusconi nació poco antes de las nueve de la mañana con 3,100 kilos de peso en el hospital San Rafael de Milán y es hijo de la primogénita del magnate de la televisión privada, Marina Berlusconi, de 38 años, y de su esposo Maurizio Vanadia, de 42. Marina, que es vicepresidenta del grupo empresarial familiar, Fininvest, y presidenta de una de sus sociedades, la editorial Mondadori, ha cumplido, al poner el nombre del abuelo a su hijo, una vieja tradición italiana. Se pone el nombre del abuelo, ya que no se puede hacer lo propio con el del padre, para que no exista una coincidencia que dificulte los trámites administrativos, porque en Italia es costumbre usar sólo el primer apellido.
La noticia del nacimiento del nieto que llevará su nombre le llegó al primer ministro italiano en su 68 cumpleaños, que coincide en Italia con la celebración por todo lo alto de la liberación de las dos cooperantes secuestradas en Irak. El propio Berlusconi repitió ayer por activa y por pasiva que esa liberación es el mejor regalo que le podrían haber hecho para celebrar su onomástica.
La jornada de ayer del jefe del Ejecutivo italiano fue de lo más intensa: se entrevistó con los presidentes de Pakistán y Rumania y el viceprimer ministro de Israel y presidió una reunión del Consejo de Ministros.
La única celebración que ha trascendido fue la que hizo, junto a sus dos principales hombres de confianza, el subsecretario Gianni Letta y el portavoz Paolo Boaniuti, poco después de la medianoche en una conocida terraza de la céntrica Piazza Navona de Roma, donde saboreó un helado.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de septiembre de 2004