El año pasado se estrenó Aquellas juergas universitarias, película en la que unos aburridos señores, acechados con la cuarentena de edad más cerca que la treintena, con esposas e hijos pequeños, regresaban al campus en el que un día fueron reyes para rememorar hazañas sexuales, deportivas y alcohólicas. Los chistes cuarteleros o de periodo de novatadas en el Colegio Mayor Universitario presidían una trama bochornosa que protagonizaba gente como Will Ferrell, Vince Vaughn o Luke Wilson. El reportero, la leyenda de Ron Burgundy, que ahora llega con las mismas coordenadas cómicas, tiene en Ferrell a su guionista y cabeza de reparto, y a la misma cuadrilla como colaboradora necesaria.
EL REPORTERO, LA LEYENDA DE RON BURGUNDY
Dirección: Adam McKay. Intérpretes: Will Ferrell, Christina Applegate, Paul Rudd. Género: comedia. EE UU, 2004. Duración: 96 minutos.
Vaughn, Wilson, Ferrell, más los incombustibles Ben Stiller y Jack Black, artífices de obras como Cuestión de pelotas o Envidia, humoristas de éxito en Estados Unidos gracias al programa televisivo Saturday Night Live, parecen ser los reyes de la comedia americana del momento.
Y se lo han creído, ya que continuamente unos se ofrecen para realizar cameos en las películas de los otros para así intentar provocar la carcajada con una simple aparición en pantalla. Sin decir una sola frase. El metalenguaje, elevado a su más pobre expresión.
Su nueva obra está ambientada en un telediario local de los años setenta copado por hombres en el que aterriza una atractiva presentadora. De una irritante misoginia, rodada con indolencia por el director Adam McKay, y con chistes en los que la madre del contrario siempre es la diana más fácil, El reportero esconde su gracia en frases como la que Ferrell dedica a la chica en una de sus primeras citas: "Tu boca es sólo un orificio de entrada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de octubre de 2004