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Aulas | EL ABSENTISMO, UN PULSO ENTRE PADRES Y EDUCACIÓN.

El 0,8% de los alumnos de 6 a 12 años usa las aulas de adaptación lingüística

Los estudiantes extranjeros de Primaria y Secundaria en Andalucía que tienen que acudir a las Aulas de Educación Lingüística por su nulo conocimiento del español no supera el 1% del total de alumnos (españoles y de otros países) escolarizados en los centros públicos, según datos de la Consejería de Educación. Este curso, 5.745 alumnos de diferentes nacionalidades serán atendidos por profesores en las 652 aulas de adaptación lingüística repartidas por todas las provincias.

Almería encabeza la lista de las provincias con alumnos extranjeros que no saben español, 2.252 lo que equivale al 3, 6% del total de estudiantes matriculados; aunque en Cádiz es donde hay más aulas, 151 para 1.061 alumnos. En las demás provincias, menos del 1% de los estudiantes tienen que acudir a este programa.

"Damos un aprendizaje individualizado pero cómo no queremos que los alumnos se separen de su grupo los sacamos en clases de matemáticas por ejemplo y no de música. En el segundo caso es más fácil que participen con los demás compañeros", señala Francisco Braco, uno de los 13 profesores que hay en Sevilla para atender a 316 alumnos en 55 centros.

Integración rápida

El programa está dirigido a alumnos de Primaria y Secundaria (de 6 a 12 años) porque, según Braco, en Infantil las asignaturas que se imparten no son tan difíciles y los escolares no tienen dificultades para aprender el idioma. Braco señala que este curso los centros que cuenten con un solo alumno pueden quedar desatendidos por la falta de profesores. "Se ha hablado de juntarlos en el mismo centro aunque es peligroso porque lo que se quiere evitar es que haya guetos. Es un programa que intenta integrar al niño los más rápido posible", señala el profesor. Para los alumnos que no tengan un profesor de Adaptación Lingüística, el propio centro, que cuenta con profesores de apoyo, asume la enseñanza del idioma.

"Nosotros vamos de cuatro a seis horas semanales, las clases duran dos horas seguidas, a los colegios e institutos. Dependiendo del nivel del alumno, las clases duran tres meses, seis o todo el año. Lo que intentamos este año es que los centros se vuelquen con los alumnos porque hemos visto que con nuestras clases y todos los días con la ayuda de un profesor de apoyo, el proceso va más rápido".

En las clases, explica Braco, se enseña un vocabulario sencillo y en muchos casos el profesor desconoce la lengua del alumno. "He tenido a dos alumnos chinos y no nos entendíamos nada, aunque gesticulando consiguen progresar. Algunas nacionalidades, como los rumanos, tienen más facilidad en el aprendizaje", concluye.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2004