En estos últimas fechas, se está especulando en relación a la capacidad del nuevo hospital, que si por un lado serán 150 camas y, por otro, afirma y reafirma el alcalde de Torrevieja que son 250 las camas. Evidentemente señor Hernández Mateo, esto que usted afirma lo confirmaba el por entonces conseller de Sanidad, zaplanista por antaño y hoy también, Castellano, cuando se puso la primera piedra. En su discurso así afirmó que iban 250 habitaciones individuales, lo único que le faltó decir es que irían con jacuzzi y sauna, resulta que pasados casi dos años de aquella primera piedra, ahora se pone en tela de juicio si serán 125 o 250 camas. Por favor, no más mentiras y cumplan con los discursos, que ante unas elecciones municipales dijeron al respecto del Hospital Público.
Quisiera poner de manifiesto, en primer lugar que el primer edil de Torrevieja vuelve a confundir los términos gramaticales de los verbos, el presente y el futuro, pues se permite decir ahora, igual que con los colegios de ladrillo, que ya son una realidad. "Serán una realidad" cuando ambas cosas estén terminadas. Por cierto, en algún medio de comunicación se dice que el hospital estaría disponible en el 2005. Realmente, señor Hernández, cuándo estará finalizado el hospital, ¿no será la baza que ustedes están guardando de cara a las próximas elecciones municipales de inaugurarlo a finales del 2006 o principios del 2007? Con la salud de la gente del pueblo no se puede jugar electoralmente.
Finalmente, y a título de reflexión, quiero recordar a los vecinos de Torrevieja que el hospital será público de gestión privada ¿Qué quiere decir eso? Pues que la Generalitat dota de unos presupuestos al número de cartillas o asegurados, y estas empresas tienen que gestionar estos recursos y además, como es lógico, tiene que llevarse sus ganancias económicas correspondientes. ¿Qué significa esto? Está claro que si para dar un diagnóstico, habitualmente hubiera que hacer varias pruebas, si con una lo ven medianamente claro se ahorran las otras, en detrimento de la calidad de la salud. El otro hospital público que está en Alzira, dotado con estos condicionantes, el año pasado dio muchas perdidas económicas y tuvo que pagar la Generalitat las diferencias económicas que presentaban los responsables privados de la gestión del Hospital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2004