La Consejería de Infraestructuras y Transportes ha recibido 19 ofertas para la ejecución de las obras de construcción del nuevo eje viario entre Castellón y Benicàssim. El proyecto servirá para concluir la conexión entre ambas poblaciones después de más de cuatro años desde que se realizó el primer tramo. El proyecto salió a licitación por algo más de 12 millones de euros y permitirá descongestionar de tráfico el itinerario costero y la N-340 a su paso por estas dos poblaciones, según fuentes de la Generalitat Valenciana.
El plazo de ejecución está fijado en 28 meses con lo que, de momento, el colapso de tráfico entre ambas poblaciones habrá de buscar otras soluciones. En la actualidad, entre Castellón y Benicàssim se utilizan dos itinerarios principales: por la carretera CV-150 y por la carretera N-340. En dos ocasiones, una de ellas este verano, el Ayuntamiento de Castellón se ha visto obligado a promover un acuerdo con la concesionaria de la autopista, Aumar, con el fin de ofrecer, de forma gratuita el paso de camiones por la AP-7 con el fin de descongestionar, en alguna medida, la densidad de tráfico. Según fuentes de la Generalitat, la circulación por la carretera costera CV-150, entre Las Villas de Benicàssim y el Grao de Castellón, supera los 25.000 vehículos diarios. Las obras consisten básicamente en la ejecución de una nueva carretera con sección de doble calzada y características periurbanas que se extiende desde la futura Ronda Norte de Castellón hasta el Camino de la Ratlla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2004