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Dos años de cárcel e inhabilitación para un profesor que abusó sexualmente de una alumna de ocho años

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos años de prisión y uno de inhabilitación para el ejercicio de la profesión de maestro a Jerónimo P. L., un profesor de 34 años que abusó sexualmente en varias ocasiones durante dos meses de una alumna de ocho años, a la que daba clase en un colegio de Ciempozuelos. Así lo ha acordado la Sección Cuarta de la Audiencia madrileña en una sentencia que considera al acusado autor de un delito continuado de abusos sexuales. El fiscal pedía seis años de cárcel y otros tantos de inhabilitación para el ejercicio de su profesión.

Según declara probado el fallo, los hechos ocurrieron en días que no han podido ser determinados, pero, en cualquier caso, entre el mes de septiembre de 2000 y el 12 de noviembre del mismo año, en el colegio Virgen del Rosario de Ciempozuelos, donde Jerónimo era profesor de apoyo. Su misión consistía "en reforzar los conocimientos de los escolares con dificultades de aprendizaje". Los tutores de cada curso evaluaban el nivel de los distintos grupos y remitían al procesado a aquellos alumnos que iban por detrás del resto de compañeros para que éste les ayudase a equilibrarse con el resto de la clase. Entre los niños que debían recibir lecciones de apoyo durante el nuevo curso estaba la víctima, que por entonces contaba con ocho años.

Durante las clases, Jerónimo sentaba a la pequeña en sus rodillas y le realizaba tocamientos sexuales. El tribunal fija en su resolución que el profesor actuó de esta manera "valiéndose de la relación que le unía a la niña (maestro-alumno), de la edad de ésta y con el ánimo de satisfacer sus apetencias sexuales". Asimismo, la Sala precisa que los abusos a los que el acusado sometió a su alumna tuvieron lugar "en al menos tres ocasiones". La defensa trató de argumentar la inocencia del procesado desacreditando la versión de la menor por ser "una niña de carácter difícil, fantasiosa, con problemas de aprendizaje, extraña, aislada de su entorno y con un problema de celos por el reciente nacimiento de un hermano, lo cual le llevaba a querer llamar la atención". La Sala, en base a dos informes psiquiátricos que sostienen que la pequeña dice la verdad, confirieron total credibilidad al testimonio de la colegiala.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2004