El Gobierno italiano declaró ayer que el país afronta una "crisis gravísima" por la llegada de miles de inmigrantes a sus costas. Cientos de personas han sido expulsadas a Libia en aviones militares. El domingo fueron 600 y las llamadas "repatriaciones de urgencia" continuaron ayer al mismo ritmo. Ésta es la respuesta del Gobierno ante un desembarco masivo, entre el viernes y el domingo, de 1.275 sin papeles en la isla de Lampedusa. Las organizaciones humanitarias y la izquierda criticaron el acuerdo con el Gobierno de Libia, dispuesto a acoger a los inmigrantes en "centros de retención". Por otra parte, decenas de inmigrantes murieron ayer al partirse un barco a su salida de aguas de Túnez.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2004