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Crítica:CANCIÓN

Puro Vinicius

Un recuerdo a Vinicius de Moraes. En las 12 canciones del disco Berimbaum. Y en O morro não tem vez, Agua de beber o Broto maroto, que Vinicius grabó con el gran Caymmi y el Quarteto em Cy en un histórico encuentro, y en la que Paula Morelenbaum se permitió un guiño a Carmen Miranda. Canciones con toques de electrónica: moderno, pero sin exagerar. Brigas nunca mais suena prácticamente a la Ipanema de los sesenta, aunque las programaciones colorean Medo de amar, uno de los contados casos en que el poeta escribió tanto la letra como la música. Prefería trabajar con parceiros compartiendo canciones y whisky. Canciones no sólo con música de Jobim (Insensatez), sino de Baden Powell (Canto de Ossanha), Carlos Lyra (Primavera) o Chico Buarque (Desalento). Incluso de Pixinguinha, para una letra en francés que se usó en una película.

Paula Morelenbaum

Paula Morelenbaum (voz), Dudu Trentin (teclados y programación), Fernando Caneca (guitarra eléctrica) y Alexandre Fonseca (batería y programaciones). Calle 54. Madrid, hasta el 6 de octubre.

Acompañada por tres músicos solventes, Paula Morelenbaum cantó por primera vez como solista en la ciudad que ya había visitado hace casi 20 años con el grupo de Antonio Carlos Jobim y, más tarde, con el Quarteto Jobim-Morelenbaum -junto a su marido, Jaques, y el hijo y el nieto del maestro- o con Morelenbaum2 / Sakamoto. Tuvo el detalle de emplear muy discretamente el recurso de la voz grabada de Vinicius de Moraes. Un buen tributo al hombre que alteró en Brasil la percepción sobre el valor poético de la música popular.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de octubre de 2004