Repetir la historia triunfal. Ese es el objetivo de Dani Pedrosa, mañana en el circuito de Sepang. Conseguirlo supondría una hazaña sin precedentes, con matices que la harán, si cabe, todavía más meritoria. No de otra manera se puede entender que Pedrosa esté en disposición de ganar el título mundial de 250cc sólo un año después y en el mismo circuito en el que conquistó el de 125cc. A la apabullante facilidad con que se adaptó a una categoría superior, hay que añadir que tuvo que superar cinco meses de convalecencia -dos semanas en silla de ruedas y dos meses y medio con muletas- a consecuencia de la fractura de los dos tobillos que sufrió durante los entrenamientos para el Gran Premio de Australia, sólo cinco días después de que conquistara el título de la pequeña cilindrada en Sepang. Pedrosa, a sus 19 años y 11 días, está a un paso de convertirse en el piloto más joven en ganar el título de los 250cc. Le falta sólo sumar ocho puntos más que el argentino Sebastián Porto. Este récord de precocidad está en poder del italiano Marco Melandri, que ganó en 2002 con 20 años y 74 días.
La pugna en MotoGP está alcanzando su clímax en virtud de los pocos puntos, 14, que separan a Valentino Rossi de Sete Gibernau cuando sólo restan tres carreras para el final del campeonato. Rossi tuvo un feo gesto hacia Sete, al que no saludó durante la rueda de prensa conjunta del pasado jueves y al que acusó de haberle denunciado a los comisarios de una irregularidad por la que fue castigado con el retroceso a la última plaza en la parrilla de salida en el Gran Premio de Qatar. En Sepang (a partir de las 6.15 hora peninsular española) también es probable que se decida el título de 125cc. El italiano Andrea Dovizioso tiene una notable ventaja en la clasificación general respecto a todos sus rivales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de octubre de 2004