Ni los coches, ni el asfalto, ni los ordenadores. La mirada de los pilotos, ingenieros y mecánicos de la fórmula 1 puso ayer un ojo en el cielo y el otro en los partes metereológicos. El potente tifón, bautizado Ma-on, acompañado de vientos de 180 km/h y trombas de agua, amenazaba de tal manera al circuito de Suzuka que los comisarios decidieron cerrar el trazado. En consecuencia, por primera vez en la historia del Gran Premio de Japón, fue suspendida la jornada de clasificaciones oficiales del sábado. La parrilla de salida se establecerá mañana mismo en base a las dos sesiones que se celebrarán entre cinco y seis horas y media antes que la carrera, prevista para las 14.30, las 7.30 horas del domingo hora peninsular española.
A falta de dos pruebas para la conclusión del campeonato, casi todo está decidido pero el español Fernando Alonso es precisamente uno de los que más se juegan en Japón y en Brasil, donde acabará el campeonato el 24 de octubre. Su ex compañero Jarno Trulli, que en Japón debuta con Toyota, y el colombiano Juan Pablo Montoya, aspiran a arrebatarle el cuarto puesto de la clasificación general de pilotos. Alonso, que en Suzuka disputará su Gran Premio número 50, suma 50 puntos frente a 46 de sus dos máximos rivales.
La escudería Renault también está metida de pleno en la lucha por el subcampeonato de marcas. Bar-Honda ocupa el segundo puesto por detrás de los ya campeones Ferrari. Alonso y su nuevo compañero Jacques Villeneuve intentarán limar los nueve puntos de ventaja que les sacan los Bar-Honda. Hay algo más que el honor en juego. Existe un baremo de premios en virtud de la clasificación por marcas. Aunque los términos son confidenciales, se sabe que la diferencia del premio para la segunda y la tercera escudería en la clasificación final asciende a millones de dólares.
Con estos condicionantes,Alonso aspira a subir al podio por quinta ocasión esta temporada. "El agua me gusta, pero no tanta. Para rodar es demasiado", dijo tras la primera jornada de clasificaciones dominada, bajo la lluvia, por Michael Schumacher. "Sólo he podido rodar unas cuantas vueltas y al final era imposible pilotar. Los coches hacían aquaplaning. Para el domingo incluso está previsto que la carrera sea sobre seco. Habra que salir con el coche, sin probar, ya a la sesión de clasificación. Eso complicará las cosas pero también las hará más emocionantes porque ninguno tendrá referencias".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de octubre de 2004