Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

¡ZP, no me adoptes!

Nuestros gobernantes nos quieren un montón, quizás demasiado. A veces piensan que formamos parte de su familia, que somos hijos suyos, y quieren aplicar a rajatabla el punto 3 del artículo 27 de la Constitución: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Pues no, señor Zapatero, usted no es mi padre, y ningún derecho le asiste para darme la formación religiosa y moral que a usted le dé la gana. Por favor... ¡No no nos adopte!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de octubre de 2004