Valencia huele a mar, regatas y glamour. Los niños han olvidado a sus ídolos televisivos y futbolísticos y sólo hablan del Alinghi. En peluquerías y supermercados se ha sustuido el último "sucedido" de la vida sexual de Jesulín, por las vicisitudes de la última regata. ¡Hay que ver lo que nos impregnan la Copa del América!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de octubre de 2004