La locutora y actriz Consuelo Vidal, considerada la reina de la televisión cubana e inmensamente popular entre sus compatriotas, falleció el jueves 7 de octubre en La Habana, a la edad de 74 años, tras sufrir un accidente cerebrovascular hace unos meses.
Fundadora de la televisión junto a su esposo, el desaparecido director Amaury Pérez García, Consuelito, como era llamada cariñosamente, fue siempre una de las preferidas del público. También era la madre del cantautor cubano Amaury Pérez Vidal. Durante 15 años los cubanos la siguieron con pasión en el programa humorístico Detrás de la fachada, un retrato costumbrista de la sociedad y la familia cubana. Gracias a su estilo particular de conducción, siempre chispeante y lleno de guiños criollos, este programa alcanzó los máximos niveles de audiencia.
Como actriz de cine, destacó en filmes como El robo (1965), basado en la obra teatral El robo del cochino, de Abelardo Estorino; Los pájaros tirándole a la escopeta (1984), de Juan Carlos Tabío, y Reina y Rey (1994), de Julio García Espinosa, que le valió el premio de actuación en el Festival de Cine de Huelva.
Su entierro, el viernes pasado, en La Habana fue todo un acontecimiento. Miles de personas acompañaron su féretro a pie por las calles de la capital, como ella había pedido: "A la hora de arrancar el entierro hasta el cementerio de Colón, la única que va a ir acostada soy yo", dijo poco antes de morir. Era el rostro y la sonrisa de la televisión cubana.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de octubre de 2004