"No existe ninguna razón técnica, ni jurídica, ni política, que impida que los paneles de mensaje variable de las carreteras que transcurren por la Comunidad Autónoma Valenciana utilicen la lengua valenciana en sus mensajes". Así introduce su respuesta el Ministerio del Interior a un usuario que mostró su sorpresa por que el Gobierno español pida la oficialidad del valenciano en la Unión Europea y la obvie en los paneles electrónicos que Tráfico tiene situados en las carreteras.
A continuación, en su respuesta por correo electrónico, fechada el 15 de septiembre, el ministerio agrega que su primer objetivo "es pensar en los usuarios a los que está destinada esta información. La Comunidad Valenciana debido a su excelente ubicación atrae en los meses de verano un 25% del total de desplazamientos de largo recorrido que se dan a nivel nacional. Siendo el objetivo de los Paneles de Mensaje Variable la señalización circunstancial para regular la circulación y adaptarla a las circunstancias cambiantes del tráfico (dar información a los conductores, advertir de posibles peligros y dar recomendaciones o instrucciones de obligado cumplimiento), el contenido de los textos deberá, así lo entendemos, ser comprensible por la mayor parte de los usuarios de la carretera que, como al principio comentamos, en gran medida, sobre todo en verano, no son de origen valenciano"
En segundo lugar, Interior alega que el Reglamento General de Circulación refleja "la conveniencia de no utilizar mensajes que contengan más de 7 palabras". Para concluir, resume: "Nos ha parecido conveniente utilizar el castellano, dada la vocación de servicio público de esta Administración y cuyo objetivo es llegar a ser entendidos por la mayor parte de ciudadanos usuarios de nuestras carreteras".
La respuesta, que dejó atónito al ciudadano que planteó la pregunta, ha sido enviada al Observatori de la Llengua de la Universidad de Alicante, organismo que la difundirá en su página web como ejemplo de la pervivencia de viejos argumentos para justificar la discriminación del valenciano en el entorno cotidiano y en el nivel de oficialidad que, en teoría, tiene legalmente establecido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de octubre de 2004