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Doce barrios humildes y muchos pequeños empresarios

Marta Ros y su marido Eduardo dejaron Uruguay hace dos años para venirse a Sevilla. Eran licenciados en Administración y pronto decidieron abrir una tienda enla capital andaluza. Pero se dieron cuenta de que, sin conocer el terreno, no era fácil. "No teníamos ni idea de cómo hacerlo. No ubicábamos a los mayoristas, no sabíamos dónde comprar", recuerda Marta, que, con su esposo, acaba de elaborar el primer número de una guía para pequeños comerciantes con la que pretenden evitar que a otros les pase como a ellos.

"Se va a entregar gratis y vienen todos los polígonos, los sitios donde se puede comprar al por mayor. Va a ser muy útil para los que llegan, quieren trabajar pero no conocen la ciudad", cuenta Marta, que también ejerce de asesora de las vendedoras de flores del Proyecto Clavel.

Las sinergias son habituales en el programa Sevilla, Ciudad Integradora para la Igualdad, según explica Alicia Domínguez, jefa de servicio del Área de Economía e Industrias que dirige Rosamar Prieto-Castro. El programa, con un presupuesto de 2 millones de euros, está en un 75% financiado con fondos de la iniciativa comunitaria Equal, que promueve la integración en el mercado laboral de colectivos desfavorecidos.

El Ayuntamiento de Sevilla optó por centrar su programa en 12 barrios del distrito Macarena que registran altas tasas de desempleo, bajo nivel económico y cultural. Además, es la zona de Sevilla con más población inmigrante, uno de los colectivos objeto del proyecto, al que también se han acogido parados de larga duración, discapacitados, drogodependientes y cabezas de familia de hogares monoparentales, sobre todo mujeres. Casi todos necesitan financiación, a la que el Ayuntamiento responde con subvenciones o microcrédito, pero los responsables y sus beneficiarios coinciden en que tan importante como el dinero es la información sobre cuestiones legales, administrativas o fiscales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 2004