El ex dictador Augusto Pinochet padece de una demencia "subcortical moderada", según concluyó un informe que entregó el perito médico neurólogo al juez Juan Guzmán, quien después de recibir además los informes de los médicos de los querellantes y de la defensa, dio un plazo de cinco días a ambas partes para revisar los resultados y presentarle sus dudas y descargos.
Según el resultado del informe del perito neurólogo Jorge Tapia, designado por el mismo magistrado, la demencia senil que padece Pinochet ha aumentado desde el grado de "leve a moderada" -detectada en los exámenes médicos que se le practicaron en 2001, con ocasión de su anterior desafuero, por los crímenes de la caravana de la muerte-, hasta el de "moderada", ahora en 2004.
Al describir la evaluación cognitiva a Pinochet, el neurólogo observa un "trastorno atencional", pero que el lenguaje está relativamente preservado, un significativo deterioro de la memoria reciente y una disminución de la capacidad de abstracción. Del examen neurológico, Tapia indica que el ex dictador no es capaz de incorporarse de una silla, subirse a una camilla, ni caminar por sí solo. Aunque controla esfínteres, es "totalmente dependiente para vestirse y aseo personal" y tiene dificultad para alimentarse por sí solo, pero se basa en antecedentes de uno de los médicos del general.
La evaluación, concluye Tapia, es coherente con los exámenes realizados a Pinochet en 2001 y antes, en 2000, cuando estuvo detenido en el Reino Unido.Para el médico neurólogo de la defensa del ex dictador, Sergio Ferrer, la salud de Pinochet le impide enfrentar un juicio, pues su enfermedad vascular "tiene un carácter irreversible".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 2004