De nuevo los vecinos de esta calle, mis vecinos y mi propia familia, salimos a la palestra en los medios. Ahora que vamos superando el atentado del 11-M, otra vez volvemos a esa intranquilidad generada desde el Ayuntamiento de Madrid. Nuestra calle Téllez, en su travesía junto a las vías de tren de Renfe, volverá a verse en obras para desviar la circulación rodada desde la glorieta de Carlos V. Un nuevo puente sobre la M-30 unirá Pacífico y Entrevías para llevar ese flujo circulatorio hacia la M-40. Los jardines recién instalados (1.521.655,51 euros) tras el polideportivo tienen sus días contados; el proyecto de urbanización de los espacios libres de los antiguos cuarteles de Daoíz y Velarde, y reforma del entorno 2ª fase, me resulta un camelo para distraer a la concurrencia.
Si bien ahora el Concejo matritense y sus concejalías están gobernadas por un partido, conviene recordar esa época pasada en que dicho organismo se gobernaba por otro grupo -ahora en la oposición-. En tan recientes años que cito el Ministerio de Defensa decidió desamortizar los cuarteles de Daoíz y Velarde.
Nuestro Ayuntamiento matritense bendijo su recalificación urbanística, cambiando el suelo de la Maestranza de Artillería a terreno urbanizable. Las inmobiliarias entraron al trapo, y finalmente somos los vecinos paganinis quienes nos hipotecamos además de un sabroso aumento del 33% en nuestros respectivos recibos del IBI para este año 2004.
Como quiera que en la Junta Municipal del distrito de Retiro no tenemos cabida todos los vecinos, sí conviene enviar un aviso para navegantes: inscribirse en la asociación Puerta de Retiro. Ellos son quienes nos representan por una módica cantidad que cada convecino aporta de su pecunio.Gracias a esta asociación, nuevamente los moradores de Téllez se han manifestado en contra de este reajuste urbanístico. No podemos ser menos que esos luchadores vecinos vallecanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de octubre de 2004