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OPINIÓN DEL LECTOR

Réplica a Morales

Una de las ventajas de no ser nacionalista es que no se tiene la obligación de considerar que las cosas tienen que ser blancas o negras. Y es que, como dijo Valery, "la verdad reside en los matices". Por eso, respondo a la réplica (16 de octubre) del señor Morales, ¿a usted quién le ha dicho que estoy en contra de toda discriminación positiva? ¿quién le ha dicho que estoy en contra del mismo concepto de discriminación positiva? De todas formas, y aunque le agradecería que no metiese en el mismo saco la discriminación positiva hacia los discapacitados y las maltratadas, que la discriminación positiva hacia el valenciano o el bable, le diré de lo que sí que estoy en contra: estoy en contra de que se manipule descaradamente la realidad, estoy en contra de que se imponga desde determinados ámbitos una única forma de pensar y de ser y se condene a quien no comulgue plenamente, y sobre todo estoy en contra de que bajo el paraguas de ser supuestamente de izquierdas se refugien en medidas que yo considero reaccionarias.

Así, podemos iniciar un debate sobre si pedir el "requisito lingüístico" para acceder a la función pública valenciana (ojo, me estoy refiriendo a la petición antes y no después) es de izquierdas o de derechas. Yo considero que es de derechas, y una medida (por cierto, tomada por Fraga o Pujol) plenamente reaccionaria. Y es que, ¿puede haber nacionalismos de izquierda? Yo creo que no, que la izquierda y el nacionalismo son conceptos antagónicos. Atentamente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de octubre de 2004