Estaba escrito que la iba a armar y la armó. En Madrid, el sumo pontífice del rock & soul contó con la colaboración de los muchos adeptos llegados para su presentación en la Villa y Corte. Uno de ellos pasó media función repartiendo rosas rojas entre el sector femenino, lo que en anteriores ocasiones cumplió a alguno de los 71 nietos del orondo Burke. Las damas presentes en la sala se las rifaron y, a la que pudieron, se le subieron a la chepa al astro con el ánimo de pasar la mano sobre su divina calvorota. La tradicional compostura del público de jazz fue así sustituida por el ejercicio gimnástico según la banda atacaba un rápido -"todos arriba"- o una balada -"a sentarse"-.
Solomon Burke
Centro Cultural de la Villa, Madrid. 17 de octubre.
La suya es una magnífica orquesta de repertorio, por la calidad de sus integrantes y por las melodías seleccionadas entre lo mejor de la música negra de los últimos 40 años. Maravillas como What I say, Georgia on my mind, Stand by me, Since I met you baby, Only you o Everybody needs somebody to love, original del propio Burke, sonaron en versiones ajustadas y ardorosas, adornadas en lo visual por una coreografía de medio cuerpo ideada por el cantante y compositor de 190 kilos, quien vive atado a su trono.
Tentación
Grotesco, histriónico, Solomon Burke canta para alejar a la humanidad de su estado "tan lejos de Dios y tan cerca de la tentación". Al que le apeteció, pudo compartir escenario con los músicos y agradecerle al reverendo el detalle.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de octubre de 2004