En febrero vamos a votar la nueva Constitución europea pero, ¿alguien la conoce en profundidad para saber seguro qué es lo que está votando? Yo, en un principio, sin pararme a pensar mucho y dada la buena experiencia que hemos tenido en España con la nuestra, me inclino a pensar que sí, que debe ser algo positivo el tener una Constitución a nivel europeo por la que nos rijamos todos.
Sin embargo, sé que hay algunos sectores que no están de acuerdo con ella, o al menos con el texto redactado, como por ejemplo, Izquierda Unida, y supongo que tendrán razones fundadas para ello. Me da mucho miedo pensar que no sólo aquí en España, sino también en el resto de países, estemos votando algo que no conocemos y de lo que vamos a depender todos. ¿No deberían las instituciones europeas dar una información más completa a los ciudadanos de forma que podamos tener criterio para decidir si nos gusta o no?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de octubre de 2004