George W. Bush confesó ayer a un grupo de periodistas a bordo del Air Force One que aceptaría a regañadientes un Gobierno fundamentalista islámico en Irak en el caso de que éste resulte vencedor en las elecciones previstas para enero. "Me sentiría defraudado, pero la democracia es la democracia", señaló el presidente de EE UU, quien remató: "Si es lo que la gente elige, pues es lo que la gente elige".
Una fuente de la Administración que pidió guardar el anonimato se apresuró a destacar que el presidente Bush cree en la compatibilidad entre el islam y la democracia.
La mayor parte de los iraquíes profesan la rama chií del islamismo, la misma que rige en Irán, cuyo régimen teocrático ha sido encuadrado por Bush en el llamado eje del mal, en el que también está Corea del Norte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de octubre de 2004