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OPINIÓN DEL LECTOR

Camps o Zaplana

De un tiempo a esta parte, en esta Comunidad, si eres miembro del PP y ocupas un puesto o cargo político, por insignificante que sea, has de pertenecer a uno de estos dos grupos: campistas o zaplanistas. Y a fuerza de oír y leer las palabras campista y zaplanista, nos hemos terminado por acostumbrar, hasta el punto de que no sería de extrañar que se terminaran por exportar al resto del territorio nacional y finalmente se incluyeran en el diccionario de la Real Academia. De esa forma, podríamos saber a ciencia cierta a qué se refieren exactamente estas denominaciones.

Tal vez se refieran a facciones, quizá sean tendencias, o sectores, o sectas, o bien se refieren a familias, o clanes, o bandos, o bandas. No parece que se trate de facciones o tendencias, ya que este concepto implica un diferente contenido ideológico, y no creo que en cuestión de ideología haya mucha diferencia. Considerarlos como familias podría ser tanto un halago como una acusación, una ambivalencia muy poco definitoria. Excluyamos las bandas, ya que implica un componente de violencia callejera, y no parece que sea el caso, al menos hasta ahora. El concepto de bandos, puede ser bastante apropiado, ya que mientras las tendencias, sectores, familias o bandas pueden ser varias, los bandos tradicionalmente son dos, y cada uno de ellos existe sólo porque existe el otro y en función del otro. Su único fin es el enfrentamiento. Una lucha por el poder, la influencia, privilegios y prebendas, ambición sin paliativos. Gane el bando que gane perderá el partido, y los ciudadanos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de octubre de 2004