El barrio Centre de Cornellà, más concretamente la carretera de Sant Boi, se convirtió ayer en escenario de una batalla campal entre una treintena de encapuchados representantes del movimiento okupa y agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía que finalmente acabó con el desalojo del centro social Pati Blau, en el número 1-3 de la calle de Rubió i Ors, ocupado desde diciembre de 1998 y utilizado para actividades culturales.
El colectivo okupa lo consideraba un "espacio emblemático". En la década de 1960 los vecinos los alquilaban para hacer fiestas y luego funcionó como bar, hasta que el último propietario decidió cerrarlo.
Ante la orden de desalojo, un centenar de jóvenes comenzaron a manifestarse a primera hora de la mañana por el centro de la ciudad para acabar en la plaza del Ayuntamiento llevando a cabo numerosas pintadas. Paralelamente a la manifestación, unos 30 encapuchados montaron barricadas en la carretera de Sant Boi, frente a la casa ocupada, utilizando muebles viejos, vehículos que desplazaron ellos mismos a pulso, contenedores y material de obras cercanas, así como neumáticos que incendiaron.
El fuego de las barricadas y los cohetes que lanzaron a la carretera en protesta por el desalojo levantaron una importante humareda. Las barricadas impidieron el paso de vehículos por la carretera de Sant Boi y fue necesario desviar el tráfico por la avenida de Can Corts y la Via Llobregat. También cortaron la vía del tranvía del Baix Llobregat entre las estaciones de Cornellà Centre y Fontsanta, y pararon un autobús a cuyo conductor y pasajeros increparon y obligaron a abandonar el vehículo.
Una docena de furgonetas antidisturbios llegaron a las 12.20 horas a las inmediaciones de la casa ocupada y, tras eliminar las barricadas, la policía desalojó la vivienda. Cuatro policías sufrieron quemaduras y contusiones, pero no se practicaron detenciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 2004