Los inversores dedicaron esta última sesión al cálculo de probabilidades, un ejercicio muy complicado teniendo en cuenta que el precio del petróleo sigue alto y que cada vez hay más dudas sobre la evolución a medio plazo de la economía.
Los mercados europeos abrieron con un toque de optimismo que poco a poco fue esfumándose a la vista del escaso entusiasmo de la mayoría de los inversores por sumarse al proyecto y porque el precio del petróleo amenaza con nuevos máximos. Sin embargo, la tranquila apertura de la Bolsa de Nueva York permitió recuperar la ilusión y el mercado español se acercó al final a los máximos de primeras horas de la mañana.
El Ibex 35 terminó con una subida del 0,69% que le acerca otra vez a la zona de máximos anuales que rozó hace un par de sesiones, aunque la fuerza del movimiento de vaivén le resta bastantes posibilidades a esta subida. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,64% para cerrar la jornada en 881,04.
La contratación en esta sesión fue de 2.875,35 millones de euros, de los que casi la mitad procedían de operaciones institucionales, un segmento del mercado que se muestra últimamente muy activo.
La Bolsa de París subió el 0,60% y la de Francfort el 0,55%, aunque también en los dos casos se alcanzaron cotas más altas en las primeras horas del día. La Bolsa de Londres ganó el 0,02%.
Los avances del conjunto de mercados de la eurozona adquiría un tono provisional ante el retroceso del 0,54% que registraba la Bolsa de Nueva York a media sesión debido a la cuarta caída consecutiva de los índices adelantados, o índices de tendencia, de la economía, que en septiembre cedieron una décima.
Algunos resultados empresariales contradictorios terminaron por empujar a la baja las cotizaciones en el mercado estadounidense, en el que cada vez se aprecia un panorama más sombrío para la economía en un momento bastante delicado para sus actuales gestores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 2004