El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un año de prisión contra dos directivos de la empresa química Rontealde, ubicada en Barakaldo, por el escape tóxico que en 1994 causó la muerte de un vecino de la localidad. El alto tribunal corrobora en su integridad la sentencia de la Audiencia de Vizcaya, que en julio de 2003 consideró responsables de un delito de homicidio imprudente "por negligencia profesional grave" al director y el jefe de producción de la planta.
El Supremo tampoco considera probado el delito ecológico, como solicitaba la plataforma Ekologistak Martxan, por no estar acreditado que se superaran los límites de contaminación establecidos. El fallo dice que los directivos "crearon una situación de peligro" al arrancar la planta sin avisar al Gobierno vasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de octubre de 2004