Héctor Font se doctora ante el Numancia

Es Héctor Font un jugador menudo, con aires de estudiante formal y aplicado, se doctoró en El Madrigal, en el Villarreal, el equipo de su pueblo. Ya había dado pinceladas de sus dotes en los apenas ocho partidos que lleva disputados en Primera. Ayer amplió su repertorio y además de mostrar su visión de juego, rubricó con dos goles sus afortunadas dotes de gran futbolista. En el primer gol tuvo la paciencia para decidir por dónde batir a Núñez. En el segundo engañó al portero con una suave chilena. Caviar para el Villarreal en un partido plácido y sencillo ante un Numancia plano y liviano.

El grupo de Pellegrini se aplicó al guión que suele representar. Cogió el balón desde el comienzo del encuentro y lo gobernó de la manera que está acostumbrado. Lo circulaba de derecha a izquierda, al compás cansino de Riquelme, esperando los movimientos de desmarque de los dinámicos delanteros. Con la colaboración de sus socios de la medular que predican la misma religión, el culto al buen gusto. Al banquete, se decidieron sumar ayer los laterales, Sá y Javi Venta, más alegres de lo habitual, invitados por un conservador Numancia. En una de las percusiones de Javi Venta, llegó el gol de Riquelme, que supo interpretar perfectamente dónde dirigía el pase el lateral asturiano. Quedaban 70 minutos, un mundo por delante, pero con la sensación de que el final podía deparar alguna sorpresa. Pero se impuso el peso de la lógica, de la calidad de un Villarreal que vivió una tarde plácida.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de octubre de 2004