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Tomás Muñoz retrata en sus memorias el sector del disco

La pasada semana, artistas como Miguel Bosé, Raphael, José Luis Perales o Víctor Manuel se juntaban en un hotel madrileño para un acto discreto pero emocionante: la presentación de Memoria banal (Multiprensa / Fundación Autor), el libro del ejecutivo discográfico que dirigió sus carreras. Tomás Muñoz (Villanueva, Córdoba, 1934) se ha jubilado recientemente tras 35 años en CBS, ahora Sony, compañía que lideró en Brasil y en España, donde modernizó con su ejemplo la industria discográfica nacional, amamantando a una generación de disqueros que ahora mismo están al frente de multinacionales. Muñoz también trabajó en empresas ya desaparecidas como Gamma o Hispavox, donde coordinó la celebrada Antología de la música antigua española, de donde se extraería el millonario recopilatorio de los monjes de Silos.

No son las anécdotas del mundo de la música lo más apasionante de Memoria banal, sino la propia peripecia intelectual del autor. Nacido en una familia republicana, Muñoz sufrió las miserias de la Guerra Civil y la posguerra. Internado en un seminario, desarrolló un espíritu rebelde que le impulsó a escaparse a Francia en 1955. Recorrió Polonia, la URSS, China y Checoslovaquia, en compañía de Julio Cerón o Jean Paul Sartre, y terminó en México, integrado socialmente en el exilio republicano.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de octubre de 2004