Noemí Sanín, embajadora de Colombia en España, invitó ayer a los industriales valencianos a analizar las posibilidades de inversión en el país Andino a raíz de la inequívoca "voluntad de Estado" demostrada por el presidente Álvaro Uribe para poner coto a los problemas derivados de la proliferación de grupos guerrilleros y paramilitares, todos ellos financiados por el narcotráfico, que ha padecido su país durante años.
Sanín, que se enfrentó a Uribe en las elecciones presidenciales de 2002, aseguró que su derrota - "un palazo"- fue providencial. La embajadora explicó que la decisión de Uribe de rechazar cualquier negociación con grupos armados en activo ha logrado arrinconar a los violentos y ha generado un nuevo clima en el país.
La incipiente industria colombiana se construye sobre sectores como el calzado, el textil o el agroalimentario, tres ámbitos en los que los industriales valencianos tienen probada experiencia. La economía colombiana tiene un volumen parecido al de la economía valenciana, pero su población es diez veces superior. Y es urgente acabar con la "vergonzante concentración" de la riqueza en el país, según Sanín.
La embajadora vendió seguridad jurídica, ventajas fiscales y trabajadores formados a un grupo de empresarios convocados por Cierval, la patronal autonómica, y la Asociación Valenciana de Empresa. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, acudió a un almuerzo posterior a la conferencia de la embajadora para respaldar la invitación a cooperar económicamente con una nación hermana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de octubre de 2004