Los alumnos de una escuela de Brasilia recibieron por sorpresa al presidente Lula cuando llegaba en coche al palacio presidencial. Le cantaron el cumpleaños feliz y le entregaron una tarta con la forma de Brasil. Lula, que cumplía 59 años, se bajó del vehículo para soplar la vela.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 2004