En su espléndido artículo publicado en EL PAÍS el día 20 de octubre, nuestro colega Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, describió atinadamente el sentir de los científicos españoles ante la actitud del Gobierno en materia de investigación científica. Las expectativas que el actual Ejecutivo nos creó eran esperanzadoras, aunque hay que reconocer que el escepticismo de Fernando fue compartido por muchos de nosotros, con una larga experiencia en promesas incumplidas.
Nuestro colega describe acertadísimamente el estado actual de los centros e institutos del CSIC, situación general que, como él indica, es independiente de su temática. Compartimos su pesar ante el esfuerzo que supone afrontar de forma cotidiana una carrera de obstáculos fundamentalmente administrativos, derivados de la falta de recursos, del deterioro de las infraestructuras y de la escasez de personal. Coincidimos en su preocupación sobre el futuro del CSIC como organismo y el de la ciencia española en general. Todo ello, sumado a las incidencias propias de la tarea investigadora, ocasiona un desgaste colectivo cada vez más difícil de soportar. No sabemos hasta cuándo podremos seguir resistiendo, a pesar de que somos luchadores tenaces, amamos nuestra profesión y creemos firmemente en ella como fuente de riqueza y bienestar. ¡Ojalá todos los escépticos estemos al final equivocados!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 2004