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Shell intenta superar la crisis con una nueva estructura

Tras 97 años funcionando como dos empresas conjuntas, Royal Dutch-Shell suprimirá el guión que las separa para fusionarse en una sola compañía, Royal Dutch Shell, con un solo consejo de administración y una sola cotización bursátil. La nueva empresa tendrá su sede social y su cuartel general en La Haya, pero sólo cotizará en el mercado de Londres. En la City mantendrá también su negocio de compraventa.

La reorganización de Shell, que durante casi un siglo funcionó con dos consejos separados y un consejo supervisor que controlaba a las dos compañías, es consecuencia de la crisis estallada el año pasado cuando el consorcio reconoció que sus reservas de gas y petróleo eran inferiores en más de un 20% a las declaradas. La cúpula de Shell tuvo que dimitir y la compañía aceptó el pago de sanciones por el equivalente entonces de 125 millones de euros a los organismos reguladores de EE UU y el Reino Unido.

Los mercados acogieron la noticia de la reorganización con alzas importantes: el 3% en Amsterdam y el 6% en Londres. El anuncio fue acompañado de dos condicionantes de signo opuesto. Por un lado el reconocimiento de que las auditorías han cuestionado la validez de otro importante paquete de reservas por un total de 900.000 barriles. En sentido positivo han jugado los resultados del negocio en el tercer trimestre con un aumento del 70% de los beneficios, por encima de lo esperado.

Aunque la fusión de ambas compañías significa la unificación de la sede y los órganos de gobierno, con la nueva estructura Shell tendrá dos grupos de acciones con idénticos votos y derechos económicos, pero para preservar el actual tratamiento fiscal de los dividendos, los accionistas de Royal Dutch (que supondrán el 60% de la nueva Shell) recibirán acciones A, mientras que los de Shell Transport & Trading (con un peso total del 40%) recibirán acciones B.

Los accionistas de ambas compañías se pronunciarán en abril del año que viene sobre esta propuesta de fusión y se espera que la nueva empresa empiece a cotizar en el mercado de Londres en mayo. La nueva empresa tendrá un consejo formado por 10 directores no ejecutivos y cinco directores ejecutivos, y estará dirigido por un solo jefe ejecutivo con poderes sobre la política estratégica, el quehacer diario y el cambio cultural.

Jeroen van der Veer se convirtió ayer en el primer jefe ejecutivo del grupo "con efectos inmediatos". Aad Jacobs seguirá siendo el presidente no ejecutivo del grupo hasta su anunciada retirada en 2006. La mitad del consejo que empiece a funcionar la próxima primavera será renovado en 2008.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de octubre de 2004