Me ha provocado una gran desilusión saber que el próximo 14 de noviembre la Carrera Popular del Casco Antiguo de Sevilla se celebrará íntegramente en el Parque del Alamillo, cuando esta carrera siempre se ha disputado en torno a la Ronda Histórica. El Instituto Municipal de Deportes (IMD) ni siquiera se ha dignado a cambiarle el nombre a la carrera y sólo informa de este cambio tan sustancial en dos líneas dentro del reglamento de la carrera, sin especificar el viario ni la distancia. Esto que parece una broma de mal gusto es un problema que preocupa a los corredores populares de Sevilla.
Este año se han anulado las carreras populares de Triana y Nervión-San Pablo, la Vivicitá ha sido recluida en el Parque Amate, la del Distrito Sur en el Parque de María Luisa, la del Distrito Macarena en el de Miraflores, y la Nocturna del Guadalquivir en la Isla de La Cartuja. La Carrera del Casco Antiguo en el Parque del Alamillo es la gota que colma el vaso. Y mucho nos tememos que el Maratón de Sevilla será la próxima víctima. Una carrera popular es atractiva en tanto en cuanto transcurre por sitios por los que habitualmente no se puede correr. Los parques son nuestros lugares habituales de entrenamiento y no necesitamos que un político venga a dar el disparo de salida para correr por ellos. La excusa de la seguridad vial no vale. Que se controle bien el tráfico, que se abran vías alternativas, que se informe a los conductores de los cortes puntuales como se hace en Semana Santa. Da la impresión que el IMD le preocupa más proteger a los coches de los corredores que a los corredores de los coches.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 2004